

Durante la última década se han descubierto repercusiones perjudiciales para la salud en el consumo de edulcorantes no nutritivos (ENN).
Dentro de éstos, se encuentran el aspartamo, el acesulfamo-K y la sucralosa.
El consumo humano de ENN se ha asociado con lo siguiente:
Riesgo de cáncer incrementado.
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Alteran el microbioma intestinal.
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En personas adultas, se ha asociado con incremento modesto en el índice de masa corporal (IMC), en el peso corporal y en la circunferencia de cintura, así como en una mayor incidencia de obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y eventos cardiovasculares.
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El consumo de ENN durante la infancia y la adolescencia se ha asociado con un incremento en el IMC.
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La ingesta materna de ENN durante el embarazo se ha asociado con una ganancia de peso incrementada en su descendencia al cumplir 1 año de edad.
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Los suplementos alimenticios que pasan este punto de control son libres de aspartamo, acesulfamo-K y sucralosa.